(De hecho, eso no importa)
Puedes tener las mejores credenciales, la mejor plataforma o las mejores instalaciones.
Quizá tienes una web bonita llena de colores.
Puede que destaques en todo eso.
Pero déjame decirte algo.
No basta. No es suficiente.
Los clientes no van a llegar solo por eso.
Es como pensar que por ser guapo las mujeres van a llegar a golpear a tu puerta día tras día.
Sabemos que no es así. A no ser que seas, qué sé yo, Brad Pitt (asumo que no lo eres).
A tu potencial cliente eso no le interesa. Le da lo mismo.
A él solo le interesa una cosa. Una única cosa.
Pero no nos adelantemos…
Mira, si tu negocio deportivo ya anda, ya tienes algunos clientes, ya tienes cierta estabilidad, ahora viene el paso siguiente.
El de los pro. Donde la mayoría no pasa; donde la mayoría se queda atascado.
HACER QUE TUS RESULTADOS EXPLOTEN y que el ejecutivo del banco te comience a tratar con respeto.
Y para eso necesitas clientes. Más clientes. Muchos más clientes.
Y mejores. Mejores clientes.
Hay muchas maneras de lograrlo.
No voy a insultar tu inteligencia diciendo que solo hay una manera y que es la que yo vendo.
No.
Hay varias maneras. Diferentes. Más o menos costosas.
En fin.
Yo te voy a presentar una manera. La que yo utilizo. La que utilizan mis clientes (al menos los que me hacen caso e implementan las cosas por las que me pagan).
Una manera simple, de 3 pasos que muy probablemente conoces.
Y cómo, con copywriting, puedes hacer que sea todavía mejor.
Sí, soy copywriter. Y eso es lo que vendo.
Mira, los copywriters últimamente nos multiplicamos como la espuma. Aparecen día a día nuevos copywriters que dicen que escriben bonito, y enamoran y todas esas estupideces.
Bueno, no te voy a vender humo, que yo no escribo bonito ni enamoro.
El copywriting tampoco es la solución. No es la panacea.
No.
Es solo una herramienta, como tantas otras.
Lo que de verdad importa, lo que siempre ha importado, son los cimientos. Los pilares sobre los que se asienta tu negocio.
Una vez que esos están claros y son sólidos, ahí entra el copywriting. Sobre unos pilares bien construidos, un buen copywriting puede hacer mucho.
Bien.
Una vez entendido lo anterior, te puedo presentar un arma. Una trampa.
Arriba te decía que a tu potencial cliente le interesa una cosa. Una única cosa.
Bueno, con esta trampa, puedes enfocarte en eso. En lo que tu potencial cliente quiere; en lo que le interesa.
¿Todavía no te he dicho qué es eso?
Lo siento.
Acá va.
No tiene mucho misterio. Pero si ves en el mercado, pareciera que muchos negocios no lo comprenden.
A tu potencial cliente solo le interesa qué es lo que puedes hacer por él.
Qué es lo que tu negocio puede hacer por él.
En definitiva, cómo le ayudas a solucionar su problema, cumplir su deseo o mitigar su miedo.
Y bueno, después de que lo tienes claro, debes comunicarlo.
Bien.
Para eso, me gusta utilizar una trampa; una trampa simple. Es muy probable que ya la conozcas, pero quizá no conoces bien su poder.
Sí, es un embudo. Un funnel, como dicen los siúticos.
Es simple. Es potente. Es efectivo. Es sensual.
Consta de solo 3 pasos.
Pero para que funcione hay que comprenderlo.
Y eso es lo que te quiero enseñar.
Para que tengas claro lo que puedes aprender sobre esta trampa, por acá: